"Desarrollo Humano Comunitario, al servicio del crecimiento y la conciencia universal"

lunes, 20 de octubre de 2014

Las terapias alternativas


Unas alumnas de segundo año me piden una entrevista acerca de las terapias alternativas y sus implicancias en la Terapia Ocupacional. Es entonces, cuando decido primero que todo, escribir una reflexión que refleje mi opinión personal y al mismo tiempo sirva de excusa para generar elementos de discusión, que aporten a la construcción del conocimiento de nuestra profesión.

La Ocupación, base científica que sustenta a la Terapia Ocupacional, es una ciencia relativamente nueva. Sin embargo, la ocupación ha acompañado al ser humano desde siempre, pues es, en la experiencia de ocuparse donde logra desarrollar capacidades, habilidades, identidad, conocimiento, autonomía, etc.

Ahora bien, las terapias existen desde tiempos ancestrales, eran parte de la cosmovisión de pueblos primitivos y formas para sanar a la comunidad. Especialmente en el continente americano, múltiples rituales y prácticas eran considerados medios para curar disímiles enfermedades, en donde la utilización de plantas medicinales y sagradas cumplía una labor central para  arrancar males y afecciones.

En fin, el uso de estos medios  curativos propios de las culturas ancestrales ha existido desde siempre y son parte de un conocimiento sagrado heredado de generación en generación y por lo demás, de una gran complejidad.

Hoy en día, al desaparecer la gran parte de los indígenas que habitaban nuestro continente, también han desaparecido las prácticas medicinales y terapéuticas que por años eran la fuente de sanación de pueblos enteros. Sin embargo, y a pesar de la impositiva cultura occidental que representa modelos médicos y clínicos estándar  para tratar enfermedades y disfunciones, el ser humano ha ido en la búsqueda de otros medios más  “alternativos” o complementarios para sobrellevar particularidades de la salud, que parecen tener más relación con aspectos psicológicos, ambientales y más globales de la persona.

Ahora bien, la mayor parte de las terapias alternativas que han emergido en los últimos años, cuyos orígenes provienen de distintas corrientes, especialmente orientales y americanas (no estadounidenses), poseen un factor común, el que tiene que ver con la perspectiva holística del ser humano. Esto en palabras simples, significa, considerar a la persona como un ser bio-pisco-social-espiritual, en que todos los elementos interactúan sin separación alguna.

De ahí, es que por ejemplo, se considere la importancia de la unión mente-cuerpo y la relación de la persona con su propia espiritualidad. Esto era entendido y abordado de forma casi intuitiva por las culturas antiguas. No existía cuestionamiento alguno.

Por otro lado, en tiempos actuales, la Terapia Ocupacional se ha orientado cada vez más a esta conciencia holística del ser humano, en la que podemos desde la ocupación aportar al bienestar de la persona. 

Considerar la espiritualidad de la persona en los tratamientos, es apuntar hacia la motivación profunda de realización personal y sentido de vida, al mismo tiempo, es conectar a la persona con elementos de la naturaleza, que tanto interna, como externamente, son parte de la misma. Es proporcionar seguridad para mantener el equilibrio necesario que nos permite funcionar con vitalidad todos los días. Tiene que ver también, con el sentido de trascendencia y la armonía que se pueda generar para interactuar con el medio externo.

He conocido de cerca muchas prácticas terapéuticas de distintos tipos. He tenido la oportunidad de acercarme al trabajo de colegas que incorporan distintos abordajes que integran al proceso terapéutico las llamadas “terapias alternativas” y los usuarios han revelado transformaciones y avances significativos.  


La incorporación del Reiki, por ejemplo en un COSAM  de Chillán, el Yoga en un reclusorio juvenil en Limache, el Arteterapia en diversos y complejos escenarios, la biodanza, la acupuntura, etc, son indudablemente un aporte, entregan  riqueza a los tratamientos, pues les imprime un sello mucho más amplio y holístico a la persona, el que en tiempos actuales, se hace cada vez más necesario.





Por Caro Brown